* A carta abierta en redes mostró su tristeza, su miedo y al mismo tiempo una ternura que desarma
Erika PÉREZ
PUEBLA, PUE., jueves 23 de octubre de 2025.-La tarde de ayer la tranquilidad en la Vía Atlixcáyotl se rompió con una noticia que heló el alma: una joven mujer, identificada como Yusvely Marianny, se lanzó desde el puente que conecta Angelópolis con el Centro Integral de Servicios.
Tenía apenas 20 años. Los cuerpos de emergencia llegaron de inmediato, pero al arribar confirmaron que la joven ya no contaba con signos vitales. Su nombre comenzó a resonar poco después cuando en redes sociales se descubrió que había dejado una publicación en Instagram.
En ella, Yusvely se despidió con palabras que hoy se leen como un eco doloroso. Entre frases de cariño, risas escritas con “jeje” y confesiones profundas, contó lo que pocos sabían: su miedo al fracaso, sus crisis de ansiedad, su sensación de no ser suficiente. También habló del abuso que sufrió por parte de su hermano, y del silencio que rodeó ese dolor.
Aun en medio de su tristeza, Yusvely escribió sobre la belleza de la vida, sobre el sol, la lluvia, las nubes… como si, en su despedida, quisiera recordarle al mundo que aún en la oscuridad existe luz.
Sus palabras reflejan una lucha interna entre el deseo de vivir y el cansancio de no sentirse escuchada. Entre el amor hacia su madre y la culpa que cargó injustamente por no “ser como ella quería”.
Hoy su historia sacude las redes y deja una pregunta que duele: ¿cuántas personas viven batallas así, sin que nadie las note?
El mensaje de Yusvely no debe perderse entre el morbo ni el olvido. Es un llamado a mirar con empatía, a escuchar sin juzgar, a ofrecer ayuda antes de que el silencio se vuelva insoportable.
Porque como ella misma escribió, “la vida es bella, aprovechala tontit@”.
Y quizás, recordarlo sea la forma más digna de honrar su memoria.