LA CENIZA

Redacción 17/02/2024 Cultura

* El gesto de la ceniza en la frente es signo de la fragilidad del hombre y mortalidad



Por Jorge Luis Macías/internet
“Polvo eres y en polvo te convertirás” (Gen 3:19) o “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Mc 1, 15) son las frases de las Sagradas Escrituras que se mencionan y que miles de católicos escuchan en el primer día del inicio de la Cuaresma.
Dos frases duras, pero reales, que llegan al alma y al corazón, porque recuerdan a los fieles que, aunque no lo quieran, desde el más humilde hasta el más poderoso, irremediablemente morirá. Son el recuerdo verdadero de que todos acabaremos convertidos en polvo de la tierra.
Las cenizas se obtienen al quemar las palmas que se bendijeron el año anterior en Domingo de Ramos.
Como cada año, el Miércoles de Ceniza es una llamada a la conversión de los pecadores y la comunidad cristiana, que, como Iglesia, acude para escuchar que Dios formó al hombre con polvo de la tierra y el fin del mismo, hasta que vuelva a la tierra, pues de ella fue hecho.
EL RITO TIENE UN SIGNIFICADO PROFUNDO
La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar en la misa, después de la homilía. Una cruz se dibuja en la frente del feligrés, mientras que el sacerdote o el ministro dice las palabras bíblicas: “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”.
En el libro de Job 42,6, la ceniza simboliza dolor y penitencia. Fue hasta la Edad Media, la ceniza comenzó a imponerse a todos los fieles cristianos.
En el sentido profundo del rito, la ceniza es signo de la fragilidad del hombre que necesita ser redimido por la misericordia de Dios y de la brevedad de la vida.

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